PERJUICIOS

La obsolescencia programada

Laura Victoria Márquez Tisnéss

La obsolescencia programada como modelo de negocio que tiene como fin maximizar los beneficios de los fabricantes, por medio de la creación de un consumidor insatisfecho y la implantación de nuevos valores y objetivos sociales, excusándose en inocuas razones disfrazadas de buenas intenciones, están devastando el planeta que ofrece todos los recursos para la fabricación de dichos productos por la contaminación; marginando ciudades enteras convirtiéndolas en basureros mundiales y por último y no menos importante, acaban con las pequeñas economías familiares, que deben desfalcarse para reemplazar los productos que aunque pueden seguir teniendo una vida útil, los fabricantes mediante la imposición de otros nuevos, los convierten en obsoletos, pues ya lo afirmaba Ghandi “El mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre será demasiado pequeño para la avaricia de algunos” 

Estos fabricantes faltos de alguna ética se aprovechan de lo manipulable y estúpida que es la raza humana, pues la obsolescencia programada es en gran parte decisión del consumidor y este último, falto de algún criterio que lo obligue a luchar contra lo que lo afecta, opta por no quedarse atrás en estos avances tecnológicos y no hacer parte del vergonzoso segmente de la sociedad que no gozamos de los beneficios del Black Berry. 

Este nuevo modelo económico, tecnológico y social ha devastado los valores esenciales de la sociedad: la autenticidad, la profundidad, la continuidad, la búsqueda del sentido, la exigencia, la verdad, la lógica, toda jerarquía de importancia entre los fenómenos, y en lugar de todo esto, triunfan la superficie, lo efímero, el artificio, la espectacularidad, el hombre horizontal que busca la experiencia en una fuente continuamente mutable y se han creado brechas imposibles de equilibrar inmensas entre países desarrollados y pobres. 

 No bastaría un libro para analizar cada aspecto consecuente de este reto productivo, pues sus dimensiones van mas alla de lo económico como lo que los fabricantes lo quieren hacer ver, se trata de una nueva sociedad, con nuevos valores, se trata de la destrucción ambiental, se trata de la denigración de personas, entre muchas otras consecuencias que se deben atribuir a la obsolescencia programada. 

 Por el momento hay una sociedad que se comporta como cajas negras manejadas imposibilitadas para actuar y manejadas por los fabricantes.